martes, 19 de junio de 2012

Desarrollan Robot Que Recorrerá El Cuerpo Humano

 Expertos se encuentran en el desarrollo de un robot denominado Cyberplasm, el cual sería capaz de viajar a través del torrente sanguíneo con el fin de detectar enfermedades y realizar distintos tratamientos.

No a la Luna. No a Marte. No al Sol. El viaje más fantástico que planifica el ser humano para los próximos años es a su propio interior. La idea es simple y quizás tenga su génesis en la película estadounidense “Viaje Fantástico”, de 1966. Ahí estuvo la inspiración para la construcción del robot prototipo. Pero el desafío no es tan sencillo: para llegar al interior del cuerpo humano hay que lograr reducir su tamaño, para que pueda viajar por el torrente sanguíneo y así intervenir en la detección de enfermedades y eventualmente en el tratamiento de las mismas.

La idea fundacional es de Daniel Frankel, un investigador de la Universidad de Newcastle, en Inglaterra, que ganó un concurso de ciencias. Su proyecto, en el que trabaja junto con otros cuatro investigadores, fue seleccionado en 2009 y obtuvo una inversión de cinco millones de dólares a tres años, aportados por la Fundación Nacional de la Ciencia (NSF) norteamericana y por el Consejo de Investigación en Ingeniería y Ciencias Físicas (EPSRC) de Reino Unido. Ahora está en curso.

El principal desafío es reducir el tamaño del robot, todavía demasiado grande para viajar por los vasos sanguíneos más delgados. El prototipo sólo podría circular y moverse por los tejidos. La intención con el diseño del robot Cyberplasm es crear e integrar componentes que respondan a la luz y a las sustancias químicas de la misma forma que responden los sistemas biológicos. Es decir, aplicar la biología sintética, una disciplina cuyo objetivo es el diseño de sistemas biológicos que no existen en la naturaleza. La biología sintética busca la creación de nuevos organismos programables, es decir, la creación de microorganismos que se comportan como pequeñas computadoras.

“Por lo que se observa, combinan demasiados mecanismos de diversa complejidad en un solo robot como para poder hacerlo lo suficientemente chico”, dice a Clarín Galo Soler Illia, especialista en nanotecnología e investigador del Conicet. “Viajar por el cuerpo humano es el sueño de la nanotecnología –comenta Soler Illia–. La idea es interesante y el concepto de imitar a la naturaleza es bueno ”.

Los investigadores ingleses tomaron como modelo a la lamprea, un pez de cuerpo casi cilíndrico, liso y viscoso. El Cyberplasm imitaría su forma para llegar y actuar en lugares de manera precisa. Según explicaron sus creadores, el microrrobot tiene un sistema nervioso electrónico, sensores producidos con células de levadura que cumplirán la función de los ojos y la de una nariz, así como músculos artificiales que usarán glucosa como fuente de energía para accionarse y propulsarse. Una vez que sea desarrollado, el prototipo tendrá menos de 1 centímetro de largo. Pero a largo plazo, la intención es que las versiones más avanzadas lleguen a un tamaño de menos de 1 milímetro de largo o incluso sean construidas a escala nanométrica (un nanómetro es la millonésima parte de un metro).

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